domingo, 27 de abril de 2014

Panorámica, por Milagros Arranz

Tengo que decir que este es un libro de 27 voces; todos los que hemos participado en él hablamos de lo mismo, pero desde 27 perspectivas diferentes, lo que lo convierte en un análisis completo de los problemas del mundo editorial. Podríamos compararlo con una imagen tomada con un objetivo angular, donde se abarca mucho más que con una simple instantánea; como una visión panorámica del tema.
            En primer lugar, me gustaría destacar, sobre todo, las cifras alarmantes de las descargas ilegales: En Francia, las descargas legales de cada ebook representan una media del 4,6%, es decir, cada libro electrónico compra al año un 4,6% de las ventas totales; en Italia, es un 4,4%, y estoy hablando de países muy próximos a nosotros. Pero, en España…. ¡solo un 0,6%! Y es que tenemos la mentalidad de que lo que hay en Internet no tiene derechos de autor; que lo tenemos ahí y podemos cogerlo a nuestro antojo.


            Vivimos bajo un desbarajuste de desamparo legislativo y adolecemos de una excesiva inflexibilidad en el sistema editorial. Los gobiernos disponen de la potestad necesaria para establecer y regular la industria literaria, pero priorizan otros asuntos. La cultura y la educación deberían ser un asunto prioritario: se debería colaborar con las editoriales en campañas sobre el fomento de la lectura y de los libros, que son parcelas que van de la mano.
            Otra cuestión que me gustaría destacar es la diferencia entre creación literaria y mundo editorial. Las cifras de ventas no deberían ser el rasero de la calidad literaria; la mentalidad de negocio de las grandes editoriales condiciona la difusión de una novela. Ellas juegan a “caballo ganador”, hacen un estudio de mercado para ver el producto que mejor funciona y lo ponen a la venta con otro título. ¿Con cuántas novelas hemos buscado el “santo grial”? ¿Cuántos vampiros o seres parecidos hay entre nosotros?, y ya no vamos a hablar de las “sombras de Grey” y sus secuelas, ni del merchandising televisivo que nos deleita con la vida de no sé qué famoso. Las grandes editoriales están preocupadas por las modas porque esto es un negocio que debe dar dinero, no pérdidas, y ello provoca que descuiden la calidad literaria y al gran lector.


            Para concluir, quiero hablarles de un libro que se llama “Nadie acabará con los libros”. Es una conversación entre Umberto Eco y Jean-Claude Carrière, donde Eco dice algo así como: “El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se ha inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del tiempo… Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es”.

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